Entrevista del joven poeta guariqueño
Rafael Ayala a la poeta barinesa Luz Marina Almarza
Rafael Ayala Páez: ¿Qué es la poesía para Luz Marina Almarza?
Luz Marina Almarza: Me es difícil contestar esta pregunta; a pesar de ser una poeta de largo camino recorrido, desde mis 21 años. La poesía la siento, percibo como un hecho de contemplación; como lo puede ser un fenómeno de la Creación pero difícil de definir con palabras. Es como si te preguntaran que es el amor, la fe, la alegría.
La poesía es lo que se percibe, la esencia, el olor, perfume de la belleza que expresa un escritor poeta, el creador por excelencia, de la palabra escrita, a través de esa composición llamada poema. A través de la palabra nos comunicamos. El poeta escoge, selecciona (con sumo cuidado) un conjunto de palabras que combina en armonía para construir un pequeño mundo llamado poema, un pequeño cosmos, llamado poesía. Esas palabras escogidas unidas y entrelazadas forman las imágenes, símiles y metáforas de un poema-donde a su vez-el poeta es capaz de expresar ideas, sentimientos, emociones- de una forma distinta, particular, poco común, pero donde ha su vez este poeta quiere hacerse entender al resto de los lectores, eso que él siente, vive, percibe.
Un poema es una obra de arte expresada con palabras; donde hay una forma o estructura y un contenido.
RAP: Desde su punto de vista: ¿Qué puede reflejar el poema?
LMA: Esa pregunta está enlazada con la anterior. El poeta, en su obra, expresa esencialmente sentimientos, emociones, deseos, anhelos, gozos, carencias, dolores, angustias, excesos… que lleva dentro de sí, que guarda -sin que necesariamente- su obra poética sea un autoretrato, una autobiografía en sí.
Pero, es en el poema donde esos sentimientos se transpiran, pero cuando el poeta escribe es que ese sentimiento tiene forma, unida a la disposición de esos versos en la página en blanco.
RAP: ¿Cuáles son sus poetas preferidos? Y, ¿de qué manera estos autores han influido en su propia poesía?
LMA: Poetas hay un gran número de ellos a lo largo de la historia de la literatura y que nos toca leer a veces sin querer o otras, tarde o temprano. Luego, nos podemos dar la libertad de escoger o dejar, con el paso de los años, la madurez como lectores.
Reconozco que ya no puedo leer tanto como años atrás de estudiante y de lectura frecuente, por mis limitaciones de salud y porque uno se va gastando como una vela.
De los poetas venezolanos me gusta, me identifico con las “voces” de Antonia Palacios, Vicente Gerbasi, Ramón Palomares, Luis Alberto Crespo, poetas nativistas o “telúricos” como Luis Barrios Cruz, Alberto Arvelo Torrealba, Enriqueta Arvelo Larriva, estos dos últimos barineses.
De los poetas místicos me acompañan San Juan de la Cruz, María Inmaculada Barrios, Elio Jerez Valero.
De los poetas españoles, García Lorca, Bécquer, Antonio Machado. Emily Dickinson, Paul Eluard, Giuseppe Ungaretti.
De los poetas de haiku, los japoneses y una poeta trujillana, la amiga Wafi Salih.
Soy una poeta de poesía breve, no sé si eso es favorable a mi proceso creador. Los poemas míos pocos pasan de unas 14 ó 12 versos. Unos me dicen que mi poesía tiene mucha fuerza; como una flecha o disparo que se lanza.
No me gusta la poesía con demasiados adornos, excesos. Otros lectores me dicen que es una poesía que parece que no le sobra nada. A veces en los recitales, me cuesta escoger que poemas voy a leer por lo breves, pues mientras algunos escriben un poema largo de uno o dos folios yo escribo haiku, está composición es una de las más extensas en cantidad, en estos 4 años, que llevo escribiendo, casi sin proponérmelo, sin detenerme.
Los poetas que leen, sin querer copiarlos e imitarlos, te “tocan” el alma, porque son un espejo, limpio, empañado, chispeado. O te producen deseos de seguir escribiendo, luego que los lees y empiezas a escribir de nuevo.
El poeta nutre su poesía de vivencias, como dije antes, pero también de otras lecturas que haga a lo largo del tiempo, o en un momento determinado.
Te das cuenta como ser humano y poeta que lo que sientes no te es ajeno o que tú quisieras decir “algo así” con tus “propias palabras” y eso te hace sentir que no estás tan solo, tan ajeno a lo que le acontece a aquel poeta.
RAP: Hábleme un poco de su libro de poemas titulado “Frágil luz deslumbradora” (Fundación El Perro y La Rana, 2006).
LMA: Es uno de los libros que más me gusta, que ha gustado más, de los cuatro que he publicado. Es uno de mis logros, reconocimientos como poeta a nivel nacional, regional, pues fue seleccionado en el Concurso Certamen Mayor de la Letras, hace ya varios años.
Soy una persona orante, que siempre se relaciona, habla con Dios, sobre todo en las crisis, angustias y depresiones que me han tocado vivir, desde que nací, que no han sido pocas. Pero gracias a Dios que mi poesía me ha ayudado a liberarlas, soltarlas aunque ellas regresen. Si no fuera así yo no estaría aquí ni sería poeta.
La tristeza, la depresión, la soledad, la incomprensión, el vacío o sin sentido, las grandes preguntas existenciales… los he sabido convertir en poesía y alguno de mis libros en poesía mística.
Gracias a ellas puedo escribir.
Frágil luz deslumbradora es un libro místico, producto, generado por todo eso. Soy contemplativa, pero a veces no logro salir de mí, desligarme de algo que me sacude, por algo y es cuando a veces logro escribir “Plegarias”.
Hay momentos que la emoción, los sentimientos me sacan, me tumban, aunque sea la alegría también, y no puedo dormir ni tener calma. Tengo muchos momentos de insomnio largos, por enfermedad y herencia, en silencio, cuando todos duermen por largas temporadas y a veces los aprovecho para escribir o re escribir, corregir, pulir…
RAP: ¿Cuáles son los temas que suele tratar en su poesía?
LMA: Pues depende del libro, del tono, la intención. Eso creo que te lo pueden decir mejor, más claramente, mis lectores o críticos. A lo mejor me equivoco o hay otros más;
La noche y la luz, la sabana y el horizonte, la nostalgia y la tristeza, la angustia, el erotismo y la naturaleza y sus distintos elementos.
RAP: ¿Cómo comienza un poema?
LMA: Pues no hay fórmulas mágicas. Algo que te marque, que te ronde como frase, pero en general, mis libros suelen ir de la noche a la luz o viceversa, hay una secuencia de tiempo, de espacio temporal, de la tristeza a la alegría, como una especie de desenlace.
En tu día a día hay algo que te hace vibrar como las cuerdas, que te acontece y te asombra, te maravilla; algo que le dices a alguien, algo que lees, que te dicen y es como el fósforo que enciende un papel, un leño.
RAP: ¿Cómo ve el estado de la actual poesía venezolana?
LMA: Hay como una efervescencia en el hecho de escribir; sobre todo poesía. Quizás al incremento de la publicación de libros y el internet y las redes sociales y actualmente ha favorecido la creación de las imprentas nacionales y regionales, durante estos últimos 13 ó 14 años.
Yo me ayudé a formar en la Universidad con los talleres literarios, además de las materias académicas. Hay una necesidad de comunicar la escritura. Venezuela tiene muchos poetas grandes, estupendos, en los dos últimos siglos, comenzando por don Andrés Bello; Venezuela es un país de poetas apasionados por la excelencia del verso tradicional y libre también.
Los jóvenes que leen, desean escribir algo y compartirlo; gracias a los recitales y los talleres literarios permanentes, las bibliotecas públicas los venezolanos nos acercamos más a la literatura.
Hay muchos poetas y escritores maduros y jóvenes en el país; nos damos cuenta por los concursos literarios, en Venezuela e Hispanoamérica, donde participan cientos de escritores. Yo creo, que los que escriben van perdiendo el miedo a mostrar, leer sus poemas y vemos poetas que han surgido, salidos del baúl, algunos ya de cierta edad. En los últimos 5 años, en las redes sociales funcionan los grupos de poetas, donde se comparte, se comenta poemas de escritores consagrados y nuevos y una ventana en el internet como son los Blogger.
Cada escritor muestra una forma diferente, novedosa de ver el mundo, de escribir, y desea ser leído, reconocido como tal.
Hay además imprentas independientes, pequeñas que contribuyen a la publicación de libros: Clepsidra, Mucuglifo, Negro Sobre Blanco…. por nombrar algunas que recuerdo.
RAP: También escribe literatura infantil. ¿Qué nos puede decir de este género?
LMA: Mira, en mi afán por escribir, en mi trabajo de poeta, trato de buscar en mí, nuevas formas, voces, dentro de lo que voy escribiendo. La escritura en mi es una vocación y una necesidad, quizás por mi temperamento inquieto y por mi tiempo libre, a veces de reposo, por mi condición motora y de poca salud en general.
Me gustan los cuentos y los poemas para niños, como una forma de deleite, de jugar, de hacer algo que me permita reír, soltarme…
He intentado escribir poemas para niños grandecitos, jóvenes lectores, desde hace algún par de años para acá. Ella también tiene su código, sus reglas, además de ese público lector distinto al adulto. Me ha costado mucho pues es no es fácil escribir para niños y si no te ayudas con la lectura frecuente de textos para niños y sueltas esa imaginación a volar lejos, lejos, sin miedo a donde llegues, poco podrás lograr que sea de calidad.
Me dio un poco de miedo seguir escribiendo para niños y me dejé esos 4 ó 5 libros de poemas guardados para otro momento, esperando que alguien me dé otras orientaciones en esta materia. De vez en cuando sale un poema por ahí y lo guardo o lo comparto cuando voy a un taller con niños o un conversatorio con jovencitos en alguna escuela o liceo. En algún momento saco mis libros de la gaveta y les hecho una pulida para mejorarlos.
Hay escritores para niños pero son menos. Hace falta cátedras, talleres de creación, especialistas en el género y más en las ciudades del interior del país.
El niño poco se le da para leer y es exigente; se aburre si no le agrada lo que lee o escucha porque no es tonto. Hay vicios que se cometen a la hora de escribir poemas y cuentos para niños y el niño le huye a todo eso como el gato al agua.
Tengo un ensayo inédito, que complemento con poemas para niños para acercar los niños a la poesía e incentivar a la creación de textos en la escuela básica.
Antiguamente, había maestros lectores que leían, recitaban a sus alumnos pero tristemente, eso se ha perdido. El docente de hoy día poco lee literatura para niños.
RAP: ¿Cuál fue el punto de partida de su libro “La vocación del pájaro”?
LMA: Siempre he vivido en el llano, exceptuando 10 años que pasé en la capital; estudiando y comenzando a trabajar.
Me encanta la fauna y la flora llanera; el clima, el sol, la lluvia me parecen fuertes, en ciertos meses y me angustia como a otros, como se ha ido acabando la agricultura, la ganadería, el trabajo de llano por irse el campesino a la ciudad; eso es la angustia de poetas como D. Andrés Bello, Lazo Martí; los poetas nativistas, Ernesto Luis Rodríguez, Luis Barrios Cruz, nuestro Alberto Arvelo Torrealba y los compositores de música llanera, como D. Eladio Tarife, Guillermo Jiménez Leal y otros, le siguen cantando al llano, a su belleza, majestuosidad, a su infinitud por que la consideran su tierra, su raíz.
Yo soy de esta tierra generosa y fértil y no puedo menos, que demostrarle mi amor escribiendo poemas a la sabana, al horizonte, al verano, a la brisa, el aguacero, las aves cuando cantan…
Creo que una de mis lecturas cuando adolescente fue, por iniciativa propia, “Doña Bárbara” y creo que sin quererlo esa fue una novela que me marcó; la leí, luego, un par de veces más.
Ese poemario, “La vocación del pájaro” es una demostración palpable de lo que te afirmo. Si las has leído te darás cuenta de su tono, ambiente “telúrico” es decir, como influye en el poeta, escritor la naturaleza, el paisaje en el sujeto poético.
Fue iniciado a finales de noviembre o diciembre- el mes que nací- ese lapso es un tiempo que siempre me mueve pues termina un año de vida y comienza otro y empiezo a inquietarme, cuestionarme algunas cuestiones de tipo existencial, vivencial.
El libro que leía en ese tiempo es “De un sol a otro”, del poeta de Ciudad Bolívar, Luis García Morales.
RAP: Cuéntenos acerca de su participación en el 7mo Festival Mundial de Poesía 2010.
LMA: Ya llegamos a la 10º edición del Festival Mundial de Poesía, realizado en los 23 estados y la Capital de Venezuela, donde participan unos 30 poetas extranjeros y unos 140 o más de todo el país; es la gran fiesta de la palabra, de la poesía.
Yo siempre digo que los poetas, los amigos, los paisanos, me han tratado con mucho cariño y respeto siempre, donde quiera que llegue. Siempre me están invitando a participar en recitales, conversatorios a escribir en periódicos y revistas de la región y del país. Por eso siempre estoy ocupada, distraída, con alguna actividad en lugares públicos: casas de la cultura, bibliotecas, teatros, plazas, parques, emisoras de radio y tv, no hay alguien que no me invite, me llame.
Ese año, 2010, había ganado ya varios premios y menciones a nivel nacional, mis amigos poetas y del gabinete de cultura, decidieron por unanimidad que me tocaba ir a representar a Barinas en esta fiesta, y llegue a Caracas, en esa fecha, en menos de 24 horas, para leer en el Celarg, Altamira, junto con poetas de todo el país y extranjeros; un evento que duraría unas 2 ó 3 horas, donde íbamos a participar unos 15 poetas en esa noche. Al día siguiente, muy temprano viajamos a Barinas, para leer, con 3 poetas extranjeros, invitados a este extraordinario evento, que dura casi una semana en todo el país.
Me sentí grande como persona al estar al lado de poetas grandes, famosos, con grandes libros de poesía, y a la vez, pequeña, pues nunca imaginé cuando empezaba a escribir, a lo largo de mi trayectoria de poeta y lectora que iba a estar rodeada de tantos amigos, admiradores, aplausos, y donde sería humildemente, sin proponérmelo una figura pública reconocida por mis poemas.
RAP: Finalmente, ¿en qué proyectos está trabajando actualmente?
LMA: Soy, además de poeta, una compiladora.
Tengo en borrador, manuscritos un conjunto de poemas, escritos para niños, de autores venezolanos.
Además, de otros poemas para jóvenes o adultos de poetas venezolanos. Que comencé hace mucho tiempo y están engavetadas.
Ahora mismo estoy terminando una antología de cuentos, relatos y novelas para niños, tomados de los premios y menciones especiales y otros libros valiosos que participaron hace años atrás en un concurso nacional, de renombre, llamado Concurso Nacional de Literatura Infantil “Miguel Vicente, Patacaliente”, auspiciado por la Fundación Cultural “Barinas”, durante 25 años, en los años que van del 1989, edición del libro “El escarabajo Dorado” al 2010, por XVII ediciones.
En ese último año, tuve la alegría de traerme, darme una mención especial, con unos poemas breves, que tienen la construcción del haiku, titulado: Zarcillos de Rocío; dicha antología incluye unos 24 autores venezolanos.
Otro proyecto, incipiente, es la elaboración de un epistolario a través de correos electrónicos con unos pocos amigos, porque no he tenido mucha aceptación, pareciera que los que he invitado a escribirme tienen poco tiempo para ello o no se atreven a mantener una conversación estable, esporádica, durante un tiempo con esta poeta.
Yo me inicié como escritora a los 12 años con una carta que les escribí a mis papás, cuando me toco irme dos años a operarme y a mi rehabilitación física a la ciudad de Maracaibo.
Durante mis últimos años de bachillerato y la carrera y algunos más tuve correspondencia larga y permanente con mis directores espirituales, y dos amigas de Caracas, una profesora y una sicólogo clínico, la profesora Ernestina Salcedo Pizanni y la poeta, mística también, Ma. Inmaculada Barrios, lamentablemente las dos fallecidas y los sacerdotes también, eso ya hace más de 25 ó 30 años. Amigos y consejeros sabios y pacientes que supieron escucharme, orientarme, en mis estados de tristeza, depresión y angustia, de decidir cuestiones grandes
Te darás cuenta de lo valioso, lo perdurable que es para mí una amistad, un confidente; mantenerme comunicada.
Rafael Ayala Páez, ha sido un placer enorme poder conversar contigo, de estos puntos tan personales y a veces escondidos y que nos llenan de emoción, de vivencias, recuerdos, durante esta entrevista has escudriñado todo lo que he escrito en estos 30 años de carrera literaria.
