Recuerdo
una vez que visité a Luz Marina Almarza y le comentaba
que su poesía me recordaba ese inolvidable pasaje de Octavio Paz en “El Arco y la Lira” la consagración del instante, precisamente porque es la forma en que mejor defino su poética. Consagración del instante por lo efímero, instante por lo fugaz, instante hondo, genuino y gerundio eterno de su experiencia con el mundo. Su publicación más reciente: “La vocación del pájaro” premio de la Bienal de literatura Orlando Araujo, editado por la Fundación editorial el Perro y la Rana imprenta regional Barinas; conjuga solamente en su nombre la luminosidad necesaria para seguir encaminándonos a través de su obra; un transitar entre la religiosidad y su continuo develar de los elementos formadores de la naturaleza y su propio interior humano. Cada libro de Luz Marina es una obra plenamente lograda, fracción ineludible del discurso de una voz imprescindible de la poética venezolana.
que su poesía me recordaba ese inolvidable pasaje de Octavio Paz en “El Arco y la Lira” la consagración del instante, precisamente porque es la forma en que mejor defino su poética. Consagración del instante por lo efímero, instante por lo fugaz, instante hondo, genuino y gerundio eterno de su experiencia con el mundo. Su publicación más reciente: “La vocación del pájaro” premio de la Bienal de literatura Orlando Araujo, editado por la Fundación editorial el Perro y la Rana imprenta regional Barinas; conjuga solamente en su nombre la luminosidad necesaria para seguir encaminándonos a través de su obra; un transitar entre la religiosidad y su continuo develar de los elementos formadores de la naturaleza y su propio interior humano. Cada libro de Luz Marina es una obra plenamente lograda, fracción ineludible del discurso de una voz imprescindible de la poética venezolana.
No
dejando espacios para arbitrariedades cada uno de sus libros es preciso y
cuenta de un largo collar bibliográfico. No más al encontrarnos con los
primeros poemas estallan una serie de imágenes, que gentilmente nos comparte
para no quedarse ella sola con tanto universo junto:
Turbado
por lo efímero
cantando
una tonada
en
vez de sufrir.
Hay
recuerdos que permanecen,
otros
apenas
se
divisan
en
la ranura del horizonte
***
En
la imposibilidad
de
regresar a la infancia
ves
el paso de los años
en
la piel,
en
los huesos,
en
el discurso parco,
pasando
al otro lado
del
río
que
adelgaza
como
una serpiente
Percibimos
ese golpe del instante como palabra necesaria para espantar lo que nos agrede,
el instante que nos lleva del pasado al presente, para ahuyentar lo que nos
lanza hacia una soledad que es necesaria para cantar la experiencia del vivir,
de un momento a otro silenciada por los rastros que configuran el espacio, en
otros grita y se anida en cada ranura, permanencia que nos escruta, nos
asombra, nos llama para atender el oficio; en el caso de Almarza su oficio de
poeta. “La vocación del pájaro” es la certeza del oficio, su
vocación, el destino que ha asumido Luz Marina; así como el pájaro ha nacido
para volar, ella ha nacido para escribir:
La
vocación del pájaro
es
el vuelo,
la
semilla,
producir
fruto;
del
agua,
es
lavarse los ojos,
y
regresar al cauce del riahuelo.
No
podemos pasar por alto las revelaciones telúricas constantes de su poética, la
naturaleza es objeto que nos refleja la condición humana que no cabe en su
asombro, esa boca, esa herida abierta ante el mundo, como dice Leonardo
Ruiz la ingrimitud, el deslumbramiento del vivir:
Mirando
esta
tierra reseca
muerta
de sed
recostada
en el muro.
La
nostalgia transcurre
sin
escampar
sin
nadie
donde
apoyarse.
La
inclemencia
de
los años
empieza
a herirnos
en
la frente.
Como
oración su voz nos escruta, voz que examina cuidadosamente:
¿Quién
contesta
cuando
nos preguntamos
quiénes
somos?
Se
encuentran en este poemario versos de gran trascendencia del espíritu, espíritu
que observa, espíritu que medita y es deslumbrado en ráfagas de instantes. La
invitación es para que nos descubramos y vivamos nuestra vocación de sentir, a
través de La vocación del pájaro de Luz Marina Almarza , una
guía para palpar la esencia de una poesía que nos acerca a nuestra humanidad,
humanidad que rechazamos al momento de querer dejar de sentir, dejar de palpar,
descalzarnos ante la tierra y todo lo que tiene que decir de nosotros mismos a
través de ella.
Miguel
Antonio Guevara
Aprendiz de Francotirador
Aprendiz de Francotirador
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